lunes, 10 de noviembre de 2014

Bibliografía 8

BIBLIOGRAFÍA 8: PANCREATITIS


·         Swearingen PL. En: Manual de Enfermería Médico-Quirúrgica Intervenciones enfermera y tratamientos interdisciplinares. 6ª ed. Barcelona: Elsevier España SL, 2008. P708-718


La pancreatitis es una inflamación del páncreas con grados variables de edema, hemorragia y necrosis, la pancreatitis puede ser aguda o crónica. Esta lesión puede dar lugar a fibrosis, estenosis y calcificaciones.

La pancreatitis aguda aparece cuando se obstruye el flujo por los conductos pancreáticos y las enzimas digestivas escapan del conducto pancreático hacia el tejido circundante. La autodestrucción del páncreas provoca edema, hemorragia y necrosis del tejido pancreático y circundante. Es probable que aparezcan anomalías bioquímicas y una interrupción de la función cardiopulmonar, renal metabólica y digestiva. Se relaciona con cálculos biliares, alcoholismo, manipulación quirúrgica, traumatismos abdominales, vasculopatía abdominal, intoxicación por metales pesados, agentes infecciosos y algunas reacciones alérgicas. El tratamiento consiste en la reposición/vigilancia hidroelectrolítica, dieta absoluta y aspiración nasogástrica, apoyo nutricional, reposo en cama, farmacoterapia (petidina o morfina, antibióticos de amplio espectro, antagonistas del receptor H2 de histamina, esteroides, antiácidos, …), lavado peritoneal y cirugía (aunque en general se prefiere evitar la cirugía y seguir el tratamiento conservador).


La pancreatitis crónica se caracteriza por grados variables de insuficiencia pancreática, que origina una disminución de la producción de enzimas y bicarbonato, así como malabsorción de grasas y proteínas. Provoca: diarrea, gases, esteatorrea y calambres abdominales. Se asocia a complicaciones de DM, dolor crónico, mala digestión, seudoquistes y hemorragia. El tratamiento consiste en tratar el dolor con analgésicos, insulinoterapia, alimentación, antagonistas del receptor H2 de histamina e intervenciones quirúrgicas cuando la pancreatitis está provocada por un proceso obstructivo, como cálculos biliares o cáncer. 

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