sábado, 4 de octubre de 2014

BIBLIOGRAFÍA 3: Intervención enfermera. Cuidado postoperatorio



  • Smith DJ. Intervención Enfermera. Cuidado postoperatorio. En: O’ Brien PG, Giddens JF, Bucher L. Enfermería Medicoquirúrgica. Valoración y cuidados de problemas clínicos. Vol 1. 6ª ed. Madrid: Elsevier; 2004. p 405-426.

En esta ocasión he decidido escoger este libro porque voy a hablar del proceso posoperatorio, haciendo una breve descripción del mismo y centrándome en el problema posoperatorio de la función cardiovascular y las intervenciones para la misma ya en la unidad clínica. Esto viene muy bien explicado en uno de los apartados y además se acompañan algunas de las indicaciones con dibujos, con lo que me parece que queda muy claro.

Como ya he dicho, comenzaré con una referencia a lo que es el proceso posoperatorio, el cual, comienza inmediatamente después de la cirugía y continúa hasta que el paciente es dado de alta.

En esta parte del proceso perioperatorio hay que tener en cuenta una serie de complicaciones potenciales que se pueden dar tanto en la sala de despertar quirúrgico como ya en la unidad clínica y, de las cuales, habría que hacer una valoración enfermera, uno o varios diagnósticos y un plan de ejecución o tratamiento. Por ello, la enfermera de la UCPA debe proporcionar un informe verbal acerca del paciente a la enfermera que lo recibe en esta unidad clínica. Así se podrá tener cuidado y vigilar aquellos síntomas más preocupantes. 

Son complicaciones importantes los problemas potenciales de la función respiratoria, de la función urinaria, la gastrointestinal, las alteraciones de la piel, de la función psicológica…

Pero yo me voy a centrar en los problemas de la función cardiovascular en esta unidad clínica. Las causas pueden encontrarse en los desequilibrios hidroelectrolíticos como resultado de la respuesta del organismo al estrés de la cirugía, la pérdida excesiva de líquidos y la reposición hídrica intravenosa inadecuada. El síncope (desmayo) es otro factor que refleja la situación cardiovascular, ya que, puede ser indicativo de un gasto cardíaco disminuido, escasez de líquidos o defectos de la perfusión cerebral y es más frecuente en pacientes ancianos o aquellos que han estado inmovilizados durante un periodo de tiempo prolongado. 

Las  intervenciones incluyen una valoración específica que incluiría la monitorización de la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el pulso, la temperatura y el color de la piel de forma frecuente y comparar los resultados con las otras dos fases del proceso perioperatorio. Una serie de posibles diagnósticos que podrían ser: disminución del gasto cardíaco, volumen hídrico deficiente o excesivo, perfusión tisular ineficaz, intolerancia a la actividad o una tromboembolia. Y, por último, algunas ejecuciones como mantenerse un registro preciso de los aportes y las pérdidas durante el período posoperatorio y monitorizarse los hallazgos de laboratorio, mantener un cuidado adecuado y regular de la boca mientras que el paciente no puede recibir bebidas ni comida para combatir la sed que es una molestia muy desagradable. Además hay que estimular los ejercicios con las piernas de 10 a 12 veces cada 1 o 2 horas mientras que el paciente esté despierto facilitando así el retorno venoso en las extremidades inferiores. Por otra parte, el uso de heparinas no fraccionadas o heparinas de peso molecular bajo es una medida para la trombosis venosa y la embolia pulmonar. Para finalizar, destacar también que la enfermera puede evitar el síncope cambiando lentamente al paciente de posición (por ejemplo en la incorporación, levantamos primero la cabeza durante unos minutos y después le ayudamos a sentarse en el borde de la cama vigilando siempre el pulso radial).

PRÁCTICA 2: Cura de heridas.



En esta práctica se explicó cómo realizar la cura de heridas en seco. Es una actividad muy importante en el medio sanitario para que la recuperación del paciente sea más rápida y sin complicaciones.
Antes de comenzar con la explicación del proceso voy a comentar una serie de recomendaciones que hay que tener en cuenta. Es importante cuidar la limpieza de las manos y de las uñas, siendo recomendable no llevar esmaltes ni anillos y dejando las muñecas libres de pulseras o relojes que puedan molestar a la hora de trabajar. Lo mismo pasa con el pelo, siendo mucho más higiénico recogido en una coleta para evitar las molestias y la caída del mismo en la herida del paciente.

Ahora procederé a explicar las fases para realizar la cura:

1. Lavado de manos, también entre los dedos y hasta la mitad del brazo.

2. Colocación de un paño estéril cogiéndolo de las puntas y extendiéndolo del exterior hacia nosotros. Aquí se colocará parte del material, concretamente el estéril, que sería:
- Pinzas de Kocher.
- Pinzas de disección.
- Gasas.
- Jeringuilla y aguja.
- Guantes estériles.
Es evidente que esta zona estéril no debe ser manchada ni mojada. La otra parte del material se situará fuera del paño:
-          Esparadrapo.
-          Suero fisiológico y betadine.
-          Povidona iodada. 

3. Quitar el apósito o esparadrapo y gasas anteriores, usando guantes o no dependiendo del estado del paciente.

4. Nos ponemos los guantes. Esto hay que hacerlo de una manera apropiada para evitar la contaminación de los mismos: abrimos el envoltorio y dejamos caer el papel en el que se encuentran sobre el paño y los desenvolvemos con sumo cuidado cogiéndolo por las esquinas. En primer lugar la mano dominante vestirá a la no dominante cogiendo el guante por el pliegue y metiendo primero los dedos. Cuando estos estén colocados estiraremos. Después se colocará el guante sobre la no dominante. Cuando ambos estén puestos, ajustaremos los dedos.

5. Cargamos suero de una botella con la jeringa y la aguja (no olvidar introducir un poquito de aire en dicha botella antes de la extracción) y la ayuda de un compañero que la sujete para así no contaminar los guantes.

6. Realizamos una torunda, aconsejablemente con las pinzas de Kocher, las de disección y una gasa en lugar de con las manos, haciendo dobleces hasta dejar una zona plana para limpiar la herida con el suero. Se limpia las veces que sean necesarias y se hacen las torundas que sean necesarias.

7. Secamos el suero con otra torunda y echamos betadine en la herida.

8. Colocamos sobre la herida la gasa que la cubrirá. Ya nos podemos quitar los guantes y poner el esparadrapo para sujetar, sin tapar del todo la superficie de la gasa y poder observar anomalías

9. Para finalizar, se tiran los papeles y restos en los lugares que corresponda y se recogen los materiales para volver a ser esterilizados.

CUESTIONARIO 2: Medicoquirúrgica



1.  Cuestiones más importantes para la enfermera en el proceso preoperatorio.

Las principales responsabilidades de la enfermera se centran en: hacer una correcta valoración y preparar al paciente tanto psicológicamente para afrontar el estrés de la cirugía y de la anestesia como físicamente, instruirle sobre los cuidados y autocuidados que se han de realizar para controlar su ansiedad y facilitar su recuperación posoperatoria.


2. ¿Cuáles son las complicaciones en el posoperatorio inmediato de índole circulatoria?
Hipertensión: es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a su través. Una presión sistólica por encima de 139 mmHg o una presión diastólica mayor de 89 mmHg, están asociadas con un aumento del riesgo de aterosclerosis y por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.

Hipotensión: nombre técnico de una baja presión arterial. Se produce cuando los latidos del corazón, encargados de bombear la sangre al resto del cuerpo, tienen un ritmo más pausado de lo habitual. Por este motivo ni el cerebro, ni el corazón ni el resto del organismo recibe la sangre necesaria, lo que puede dar lugar a mareos y desmayos. En cualquier individuo, una presión sistólica menor a 90 mm Hg y/o una presión diastólica menor a 60 mm Hg debe ser diagnosticada como hipotensión arterial.

 Arritmia: cualquier alteración del ritmo cardíaco, ya sea por cambio de sus características (ritmos distintos del ritmo sinusal normal) o por variaciones inadecuadas de la frecuencia. Aunque la frecuencia cardiaca es variable (los valores normales se encuentran entre 50 y 100 latidos), puede ser normal hallar cifras por debajo o por encima de estos valores en función de las características del individuo o la situación en la que se encuentra. Algunas arritmias causan pocos o ningún síntoma diagnóstico y tienen un efecto mínimo en la eficacia del bombeo del corazón especialmente cuando duran poco tiempo. Las que duran minutos o incluso horas pueden tener consecuencias muy serias. Pueden reducir la cantidad de sangre que el corazón bombea al cuerpo.


3. ¿Qué zona se debe pincelar o rasurar en la cirugía del abdomen?

Desde aproximadamente la mitad del pecho hasta la parte superior de la pelvis. Este se hace siempre que sea necesario por la abundancia del vello para permitir un trabajo más cómodo para el profesional a la vez que una posterior comodidad para el paciente.


4. ¿En qué posición se debe colocar al paciente en la sala de despertar?

En decúbito lateral. En esta el paciente descansa sobre un costado, derecho o izquierdo, con la espalda recta alineada con la cabeza. El brazo inferior flexionado con el codo paralelo a la cabeza. El brazo superior flexionado y apoyado sobre el cuerpo, la cama o una almohada para facilitar la expansión torácica. La pierna inferior con la rodilla ligeramente flexionada hacia atrás y la pierna superior flexionada a la altura de la cadera y la rodilla. De esta manera podemos evitar que la lengua se vaya hacia atrás obstruyendo la vía aérea.

viernes, 3 de octubre de 2014

PRÁCTICA 2: Enfermería médico-quirúrgica

2. PRÁCTICA: CURA DE HERIDAS
Los materiales que necesitamos para esta práctica son:

    Pinza de Kocher
    Pinza de Halsted (mosquito)
  Pinza de Pean
  Tijeras de Mayo
       Tijeras de Metzembaun
       Pinza de disección (siempre en la mano no dominante)
       Gasas estériles
       Suero fisiológicos
       Paño estéril
  Jeringuilla estéril
    Aguja estéril
    Guantes estériles
    Mantel para la mesa de curas(estéril)
    Esparadrapo
    Povidona yodada
    
Antes de preparar la mesa de curar con todos estos materiales deberemos hacernos un lavado de manos hasta el tercio inferior del brazo usando jabón antiséptico y frotando durante al menos 3 minutos para que haga su función, además se debe llevar las muñecas libres de pulseras, llevar las menos aseadas con las uñas cortas y sin esmalte y con el pelo recogido para evitar que la herida se contamine por cualquiera de esas vías.
Una vez hecho el lavado montaremos la mesa de curas, en primer lugar se coloca el mantel estéril cogiéndolo solo de un pico para no contaminarlo y encima de él colocaremos el material estéril como las pinzas, las tijeras, las gasas, la jeringuilla y la aguja, sin tocar nada directamente con las menos, simplemente dejándolas caer en el mantel con un mínimo orden; fuera del mantel dejaremos el yodo, el suero y el esparadrapo.
Llevamos la mesa cerca del paciente y le quitamos la gasa y el esparadrapo de la última cura
El siguiente paso es ponerse los guantes estériles, para ello escogeremos uno de nuestra talla y los sacaremos del envoltorio sin tocarlos y los orientaremos con los dedos de los guantes hacia nosotros y buscaremos el guante de la mano no dominante, cogiendo ere guante con la mano dominante y sin tocarlo por el exterior introduciremos la mano, después con la mano del guante cogemos el otro guante metiendo la mano por la solapa que llevan los guantes e introducimos la otra mano, tiramos hacia atrás para cubrir la muñeca y parte del antebrazo y hacemos lo mismo con la mano no dominante.
Después haremos una torunda con las pinzas para limpiar la herida con el suero que sacaremos con la jeringa y la aguja antes de ponernos los guantes, después haremos otra torunda para secar un poco el suero y otra más para aplicar el yodo.
Por último, podremos una gasa encima de la herida, nos quitamos los guantes y los desechamos, igual que habremos tirado las torundas, y ya sin los guantes cortamos el esparadrapo y fijamos la gasa que pusimos previamente en la herida


miércoles, 1 de octubre de 2014

PRÁCTICA 2

PROCEDIMIENTO Y MATERIAL PARA CIRUGÍA MENOR.

La siguiente práctica está orientada al aprendizaje de la curación de heridas siguiendo un método estéril y aséptico.

Los materiales que necesitamos para este método son:
·       
  •      Pinza de Kocher.
  •         Pinza de Halsted o mosquito.
  •         Pinza de Pean.
  •         Pinza de disección.
  •         Tijeras de Mayo.
  •         Tijeras de Metzembaum.
  •         Guantes estériles.
  •         Gasas estériles.
  •         Esparadrapo.
  •         Suero fisiológico.
  •         Povidona yodada.
  •        Paño estéril.
  •        Jeringuilla estéril.
  •        Aguja estéril.

Todo el instrumental también será estéril.

El procedimiento a seguir es muy sencillo siguiendo los siguientes pasos:

1) Retiraremos todas las pulseras, anillos y demás joyas que llevemos que nos puedan molestar o contaminar el material o herida. El pelo irá recogido. Las uñas deben ir libres de esmalte de uñas y las manos, a ser posible, evitaremos que tengan heridas. 

2) Nos lavaremos las manos hasta el tercio inferior del antebrazo, aplicando un antiséptico durante 3 minutos, que frotaremos y aclararemos después.

3) Nos secaremos las manos con un papel, nunca con toalla. 

4) Cogeremos el paño estéril, lo abriremos y lo desplegaremos cogiéndolo de las puntas con cuidado, lo extenderemos sobre la superficie desde la parte más lejana a la más cercana evitando tocar nuestro cuerpo con él. 

5) Depositaremos todo el material encima de este sacándolo cuidadosamente de su envoltorio.

6) A continuación procederemos a retirar el apósito del paciente, envolviendo la parte en contacto con la herida hacia adentro.

7) Nos dispondremos a ponernos los guantes, los depositaremos en el paño estéril, y cuidadosamente nos pondremos primero el de la mano no dominante con ayudad de la mano dominante, y viceversa. 

8) Rellenaremos la jeringuilla con suero fisiológico. 

9) Continuaremos haciendo una torunda con las gasas ayudándonos de la pinza de Kocher (mano derecha) y la pinza de disección (mano izquierda).

10) Una ver hecha le aplicaremos el suero y procederemos a la cura de la herida. 

11) Taparemos la herida con una gasa y nos quitaremos los guantes, después los desechamos.

12) Por último, ponemos el esparadrapo alrededor de la gasa dejando el centro libre para que la herida transpire.




CUESTIONARIO 2
1  
  •       ¿Cuáles son las cuestiones más importantes del preoperatorio?

-          Valorar al paciente.
-          Apoyar al paciente psicológicamente (es muy importante el apoyo al usuario y a su familia, así como la comprensión y la relación de confianza que se establece entre enfermero-paciente)
-          Enseñar al paciente las actividades y destrezas que debe llevar a cabo durante todo el proceso perioperatorio, esto favorecerá la recuperación y evitará complicaciones.

  •             ¿Cuáles son las complicaciones circulatorias del postoperatorio inmediato?

-          Hipotensión.
-          Hipertensión.
-          Arritmias.

3
  •                       ¿Cuál es la zona que se debe pincelar y/o rasurar en la cirugía de abdomen?

                    En la parte anterior del tronco, la zona que va desde la parte inferior del tórax hasta la parte superior del pubis, en caso de que haya una cantidad de vello que sea molesta para el proceso a realizar.

              
4   
  •              ¿En qué posición pondrías al paciente en la sala de despertar?

                    En decúbito lateral, porque en la sala de despertar se encuentran los pacientes anestesiados. Lo más importante en estos pacientes es salvaguardar la seguridad de las vías respiratorias manteniéndolas permeables. Pues bien esta posición hace que le paciente al estar anestesiado, sus músculos estén relajados y la lengua tienda a ir para a dentro provocando un ahogamiento, pero con esta posición evitamos este incidente, además de que si la anestesia fuese eliminada por nauseas evitaríamos que se ahogase al tragarse su propio vómito.