- Smeltzer SC, Bare BG. Asistencia preoperatoria de enfermería. De: Brunner y Suddarth. Enfermería Medicoquirúrgica. Vol 1. 10ª ed. México DF: Mc Graw-Hill; 2005. p 447-461.
Para esta siguiente bibliografía he escogido un libro que ya
utilice en la anterior porque me parece que deja las cosas muy claras sobre
cómo debe actuar la enfermera en un proceso perioperatorio y completa la
información aportada con algunos ejemplos. En el capítulo escogido se habla de la “Enfermería perioperatoria”
describiendo brevemente cada una de las tres fases que la componen y haciendo
un análisis más extenso de la primera, la preoperatoria.
Se considera el periodo a partir del momento en que se decide
la intervención quirúrgica y hasta que se traslada al paciente al quirófano. En
ella se dan instrucciones que se espacian en un periodo de tiempo para permitir
que el paciente asimile la información y haga las preguntas cuando se le
ocurran. Esta enseñanza debe ir más allá de una mera descripción del proceso,
incluyendo sensaciones y pautas para la posterior fase de posoperación o ya en
casa (respiración profunda, tos, cambios de posición y movimientos corporales,
control del dolor… muy importantes por el uso cada vez mayor de la cirugía
ambulatoria o en el mismo día, en la que los pacientes salen antes del
hospital) además de una serie de intervenciones psicosociales (disminución de
la ansiedad preoperatoria, del temor y el respeto a sus creencias tanto
espirituales como religiosas).
Antes de la cirugía, se tiene que realizar una preparación,
en la cual, es importante que el paciente firme un consentimiento informado que
protege tanto al enfermo de operaciones no deseadas como al cirujano de
demandas por realizar una operación que no se había permitido. Debe ser firmado
de forma voluntaria y en plenas facultades mentales para que sea válido y es
responsabilidad del médico aportar la información adecuada. Además señala que
hay que comprobar el estado nutricional (pues incrementan los requerimientos de
ciertas sustancias como las calorías, vitamina C, proteínas…), el uso de
sustancias o alcohol, el estado respiratorio y cardiovascular, las funciones
hepática y renal, la endocrina, la inmunitaria, así como la farmacoterapia
previa (pues hay medicamentos que pueden afectar la experiencia quirúrgica).
No hay que olvidar las consideraciones generales de las que
nos habla con pacientes de cirugía ambulatoria, pacientes geriátricos, obesos
y/o con incapacidades.
Para finalizar, mencionar los avances tecnológicos que han
conducido a procedimientos más complejos, microcirugías, cirugías con láser,
laparoscopias, trasplantes, etc. Así como los sistemas de vigilancia más
sofisticados y nuevos agentes farmacológicos, como los de efecto breve. Todo
esto ayuda a reducir la duración del procedimiento y de la recuperación del
paciente.