jueves, 13 de noviembre de 2014

BIBLIOFRAFÍA 7: Enfermería médico-quirúrgica

7.BIBLIOGRAFÍA:
Bibliografía:
Smeltzer S. Bare B. Valoración y tratamiento de pacientes con trastornos hepáticos. En: Brunner & Suddarth. Enfermería Médico-Quirúrgica. Vol II. 10ª ed. México,D.F. McGraw-Hill Interamericana; 2010. p.1186-1239 

HEPATITIS B
He elegido este tema dentro de patologías hepáticas debido a que como dentro de poco comenzamos las prácticas en centros de salud o en el hospital y nos recomendaron que comprobáramos si estábamos vacunados de la Hepatitis B porque trabajar con agujas y en contacto con la sangre supone un factor de riesgo para nosotros de contraer esta enfermedad, y me gustaría saber un poco más sobre los síntomas y la enfermedad en general.


La causa más común de una enfermedad hepática en países desarrollados es el consumo excesivo de alcohol (hepatopatía hepática). Los trastornos relacionados con el alcohol, como la hepatitis y la cirrosis alcohólica, son cinco veces más frecuente que cualquier tipo de trastorno hepático. Pero también una causa muy importante son los ataques de patógenos como virus, infecciones bacterianas o parasitarias
 Se usa el término hepatitis para la inflamación del hígado en general y que puede deberse a virus de la hepatitis A (VHA), B, C, etc. Es posible que las bacterias lleguen a través de los conductos biliares originando colangitis o abcesos hepáticos. Entre las parasitosis que pueden afectar al hígado se hallan las esquistomiasis, la hidatidosis...
Las hepatitis pueden ser agudas y crónicas (estas últimas se generan cuando el proceso inflamatorio se prolonga más de seis meses).
En esta bibliografía voy a tratar las hepatitis víricas, en concreto la Hepatitis B (VHB): hepatitis sérica.
La Hepatitis B sigue siendo una de las principales enfermedades afecciones no superadas a las que se enfrenta la humanidad, tanto si la patología es aguda o crónica supone un alto grado de lesión del hígado.
Este virus tiene un periodo de incubación de seis semanas, durante este tiempo se encuentra en el torrente circulatorio. En cuanto a la destrucción de las células hepáticas estas no son destruidas por el propio virus sino por la respuesta inmune del organismo frente las células que presentan antígenos víricos.
Sus manifestaciones clínicas generalmente son ictericia, nauseas, malestar, cefalea, anorexia, orina oscura y heces grasas y acólitas. Además de un aumento del tamaño del hígado. En la última etapa de la enfermedad se puede producir cirrosis
-           La transmisión se puede dar por vía
·         Parenteral o percutánea
·         Sexual
·         Perinatal
·         Horizontal (contacto cercano persona-persona)

Por último añadir que las personas que formal el grupo de riesgo de esta patología son pacientes en hemodiálisis o politransfundidos, individuos que cambian frecuentemente de compañero/a sexual, personas de centros de acogida de refugiados y todo el personal sanitario en contacto con sangre y agujas.



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