miércoles, 8 de octubre de 2014

CUESTIONARIO 3

  1. 1. ¿Qué entiendes por disfagia?

Dificultad para tragar. Se tarda más tiempo y supone más esfuerzo para mover los alimentos desde la boca al estómago.

  2. ¿Qué entiendes por pirosis, reflujo y regurgitaciones?

Pirosis: (vulgarmente “acidez”) es una sensación de dolor, quemazón en el esófago.
Reflujo: (en contra del flujo normal de los alimentos) es la vuelta del contenido gástrico al esófago por una alteración, relajación a nivel del esfínter esofágico inferior.
Regurgitaciones:  es el regreso del contenido alimentario desde el estómago a la boca, pero sin vomitarla.

 3. Describe lo que entiendes por esofagitis por reflujo.

 Es la irritación e inflamación de la mucosa del esófago. Se da cuando los contenidos estomacales vuelven desde el estómago hacia el esófago (conducto que va desde la boca hasta el estómago). Esto puede irritar el esófago y causa acidez, ya que las defensas de la mucosa esofágica son incapaces de contrarrestar el efecto del daño producido por el ácido gástrico. 

domingo, 5 de octubre de 2014

PRACTICA 2: CIRUGÍA MENOR

En esta práctica hemos aprendido como realizar curas en cirugía menor siguiendo una serie de pasos que haremos de forma continua durante nuestra labor como enfermeras.

PASOS A SEGUIR PARA EJERCER LA CURA:

1.- Nos aseguramos de que la habitación está perfectamente y que está todo el material que vamos a utilizar. Necesitamos: una camilla, una fuente de luz dirigible, una superficie auxiliar donde poner el material quirúrgico, un asiento, un lavabo, un contenedor, material de reanimación cardiopulmonar y para respetar la intimidad del paciente, una silla, una percha y un biombo.

2.-  Lavado de manos: con jabón y en la pila más cercana nos lavamos muy bien las manos frotando hasta el antebrazo y secamos con una toalla limpia o con papel.

3.-  Colocamos el paño estéril en la mesa cogiéndolo por los picos con cuidado y lo dejamos caer desde nuestro cuerpo hacia afuera. Una vez puesto, ponemos encima el material sacándolo de su bolsa y dejándolo caer.

- Primeramente, dejamos los guantes. Abrimos la bolsa por los picos y con la mano dominante, cogemos el guante de la mano no dominante por la parte que está doblada. Colocamos la mano no dominante en forma de cono (con todos los dedos juntos)  y la metemos un poco hasta encontrar todos los dedos. Una vez conseguido, estiramos del guante y metemos la mano entera.
 Ahora, con esa misma mano, cogemos el otro guante metiendo cuatro dedos en el sobre que hace al doblarlo ( por la parte del doble que no va a tocar la piel) y con el método anterior, metemos la mano.
- Una vez puestos los guantes, colocamos el material que está compuesto por: una pinza de Adson con dientes, dos separadores de doble uso, dos mosquitos curvos, un portaagujas de 10 o 14 cm, una tijeras de Metzembaum, un bisturí de mango desechable y unas tijeras estándar.

Otro material complementario: pinzas de Pean y de Kocher, suero fisiológico, antisépticos (en esta práctica teníamos povidona), gasas, esparadrapo, tec.

4.- Listo todo el material, podemos comenzar la cura. Primero ponemos la aguja en la jeringa y cogemos suero fisiológico. Después con las pinzas de Pean y las de Adson, hacemos torundas con una gasa y las mojamos con el suero.

Pincelamos la herida dos veces y con una gasa seca la secamos. Después echamos povidona en la herida y la tapamos con una grasa seca y la fijamos con esparadrapo poniéndolo por los bordes para que la herida respire.


BIBLIOGRAFÍA 3

BIBLIOGRAFÍA 3: PERIODO POSTOPERATORIO
. Smith DJ. Intervención Enfermera. Cuidado postoperatorio. En: O’ Brien PG, Giddens JF, Bucher L. Enfermería Medicoquirúrgica. Valoración y cuidados de problemas clínicos. Vol I. 6ª ed. Madrid: Elsevier; 2004. P 405-426.

He escogido este libro porque ofrece una descripción detallada del proceso posoperatorio de enfermería médico-quirúrgica, indicando una a una, las intervenciones de enfermería en varios tipos de complicaciones que pueden darse.
En este comentario expondré una visión general del proceso posoperatoria en lugar de centrarme en una parte concreta.

El proceso postoperatorio comienza en la sala de despertar o unidad de cuidados post-anestesia (UCPA), que es donde trabaja la enfermera  de cuidados post-anestesia. Esta unidad se encuentra justo al lado del quirófano para ser trasladados inmediatamente.
La recuperación de los pacientes se realiza en dos fases: la uno, que es en la sala de despertar y la dos, que viene determinada por el tipo de anestesia: si es general, en el hospital (este paciente se recupera en la fase uno) y si es local, en el hogar del paciente (paciente ambulatorio, se recupera en la fase dos). Esto se denomina atención rápida y es una técnica beneficiosa para los costes sin comprometer la seguridad de los pacientes.

En cuanto a la valoración del paciente, indaga en los ámbitos: Neuropsicológico (conciencia, orientación, estado sensorial y motor), urinario (equilibrio hidroelectrolitico), gastrointestinal, respiratorio, cardiovascular (EECG para la frecuencia y ritmo cardiacos) y cutáneo (Estado de la herida quirúrgica: vendajes, tipo y cantidad de cualquier drenaje).
Comienza con la vía aérea, la respiración y el estado circulatorio (auscultación de los ruidos en todos los campos de los pulmones).

Como el oído es el primer sentido que se recupera,  al llegar a la sala de despertar, la enfermera puede explicarle todas las actividades para la valoración y orientarlo.
En caso de anestesia local, se utiliza la oxigenoterapia  mediante una cánula nasal o mascarilla para expulsar los gases anestésicos.

Toda la información obtenida se recoge en el informe de la UCPA y, en conclusión, el objetivo es identificar los problemas reales y potenciales que pueden ocurrir como consecuencia de la anestesia y poder intervenir lo antes posible. Estos problemas son: obstrucción de las vías aéreas, hipoxemia, atelectasias e hipoventilación.