ENFERMEDADES DEL ANORRECTO. HEMORROIDES
- Smeltzer SC, Bare BG. Tratamiento de pacientes con transtornos intestinales y rectales. En: Enfermería Medicoquirúrgica. 10ª ed. Vol.1. México DF: Mc Graw-Hill; 2004. p. 1173-1179.
- Bliss DZ, Sawchuk L. Intervención enfermera, problemas del tracto gastrointestinal inferior. En: Enfermería Medicoquirúrgica. 6ª ed. Vol. 2. Génova: Elsevie;, 2004. p. 1127-1132.
He escogido el tema de las hemorroides porque en clase me ha impactado mucho, además, que era uno de los
que contenía más información dentro de las patologías anorrectales. Los libros
en los que he buscado información, los he complementado el uno con el otro,
porque había diferencias en ellos.
Las patologías anorrectales son frecuentes. Los pacientes
solicitan atención médica debido al dolor que estas producen. El estreñimiento
es resultado de demorar la defecación debido al dolor anorrectal.
Hay una asociación entre el incremento de enfermedades de transmisión
sexual (ETS) y el aumento de la incidencia de nuevos síndromes anorrectales.
En esta bibliografía me centraré exclusiva mente en las
hemorroides, aunque he de mencionar otras patología como son: fístulas,
fisuras, abscesos perianales.
Las
hemorroides son el resultado de la dilatación de las venas
hemorroidales. Pueden ser de dos tipos: internas y externas.
-Etiología y fisiopatología. Aparecen por el efecto
de la fuerza hecha por la defecación. Esto provoca un daño en los músculos de contención,
por consiguiente, los tejidos de sostén se debilitan y las vénulas se dilatan.
Un coágulo intravascular en las vénulas da lugar a una hemorroide externa
tromboxada. Aparece sangre en la defecación. Hay factores que incrementan la aparición
de las hemorroides como el estar embarazada, o trabajos donde están mucho
tiempo sentados.
-Manifestaciones clínicas. Una característica de las
hemorroides es el sangrado rojo brillante que aparece al defecar. Por lo
general, las hemorroides internas son
asintomáticas, excepto cuando aparece sangre y prolapso que llevan al dolor. Las
externas son de color rojo azulado y
provocan dolor cuando la vena revienta. Rara vez sangran, y cuando se inflaman
y son dolorosas se dice que están trombosadas.
-Estudios diagnósticos y cuidados de colaboración:
Las hemorroides internas se diagnostican por: exploración digital,
anoscopia o sigmoidoscopia.
Las hemorroides externas se diagnostican por: inspección visual
y exploración digital.
El tratamiento de ambas debe ir dirigido a las causas y a los síntomas. Es importante llevar una
dieta rica en fibra y agua, ya que disminuye el estreñimiento y reduce la
tensión, esto conlleva a una desaparición de la infartación venosa. También se
recomienda darse baños de asiento, cremas y supositorios.
En las externas trombosadas se recomienda aplicar hielo
durante horas y después una bolsa con agua caliente. Se recomienda la
nitroglicerina tópica para la trombosis hemorroidal aguda.
Entre los tratamientos tenemos los no quirúrgicos, como el láser, la coagulación por infrarrojos (para
el sangrado), la ligadura con goma (para necrotizar la hemorroide) y la
creoterapia (congelación de la hemorroide, no se usa mucho debido a que provoca
mal olor y una cicatrización larga). Dentro de los quirúrgicos tenemos: la hemorroidectomía con cicatrización pro
segunda intención.
-Intervención enfermera. La labor de la enfermera
reside en la educación del paciente para la prevención del estreñimiento,
evitar estar mucho tiempo sentado o de pie, uso adecuado de medicamentos y
baños de asiento de 15-20 minutos una vez al día durante 7 días.
En el postoperatorio de la hemorroidectomía debemos tener en
cuenta el dolor, que vamos a solucionar con productos tópicos, como la
nitroglicerina, o analgésicos. También, se emplea el docusato para ablandar
las heces los 2 primeros días.
La enfermera debe comprobar si hay sangrado, y siempre
mantener la privacidad del paciente.
La enseñanza de la importancia de la dieta y el cuidado de
la zona anal es importantísimo para la curación de la herida.
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