En esta práctica vamos a aprender cómo colocar una sonda nasogástrica. Esta técnica consiste en la introducción de un tubo flexible, el cual, puede ser de distintos materiales como silicona, poliuretano o polivinilo, por medio de una de las fosas nasales y hacia el estómago.
Podemos citar 3 objetivos principales: la nutrición
enteral para mantener en correcto estado de nutrición a los pacientes que
tienen dificultades para realizar la deglución. La sonda que para ello se
utilizará es una fina y con fiador; descompresión estomacal para eliminar
el aire, jugo gástrico, alimentos… del mismo y, también, en pacientes con
obstrucción intestinal; el lavado gástrico para la eliminación de
sustancias o líquido del estómago normalmente cuando el paciente sufre alguna
intoxicación o hemorragia. En este caso es más conveniente la utilización de
una sonda gruesa y con toma de aire.
No obstante, esta
técnica está contraindicada en aquellas personas que hayan sufrido fractura de
cráneo, de huesos de la cara o taponamientos nasales. En estos casos, la sonda
se introducirá por la boca.
Ahora vamos a explicar
el proceso que se debe seguir:
1. Prepararemos el material:
·
-Guantes no estériles.
·
-Sonda nasogástrica.
·
-Lubricante hidrosoluble.
·
-Esparadrapo.
·
-Jeringa para sonda de 50 ml.
·
-Fonendoscopio.
·
-Bolsa colectora.
·
-Toalla o empapador.
·
-Pinza de clamp y tapón.
2. A continuación prepararemos al paciente: comprobamos
su identidad; que el ambiente sea cómodo, tranquilo y que asegure su intimidad;
ponerlo en la posición adecuada de fowler o semifowler; le explicamos la
técnica y comprobamos la higiene de la boca y la vía más adecuada por la que
colocar la sonda, es decir, acorde al que menos impida la buena respiración de
la persona.
3. Realizamos el lavado
de manos y nos ponemos los guantes.
4. Si somos diestros
nos colocaremos en el lado derecho del paciente para trabajar. En caso de ser
zurdos nos colocaremos en el lado izquierdo de la camilla.
5. Antes de colocar la
sonda, determinaremos la longitud de la misma midiendo desde la punta de la
nariz hasta el lóbulo de la oreja y después hasta el apófixis xifoides y
marcaremos esta distancia.
6. Lubricamos el
extremo distal de la sonda y pinzaremos con las pinzas de clamp el otro
extremo.
7. Procedemos a
introducir la sonda hacia abajo y hacia la oreja con un movimiento suave y
rotatorio al principio. Continuamos
por la orofaringe comprobando que no hay tos y pidiéndole que haga el
movimiento de deglución para que la sonda vaya más fácilmente hacia el esófago
y no hacia un lado equivocado (vías respiratorias).
8. Llegamos hasta el
estómago y, para comprobarlo, despinzamos para ver si sale contenido gástrico o
directamente lo aspiramos, insuflamos aire y escuchamos los ruidos en el epigastrio
con el fonendo o lo hacemos por comprobación radiológica.
9. Finalmente fijamos
la sonda de la manera adecuada con el esparadrapo a la nariz y si es necesario
también a la oreja, la frente o incluso a la cama.
10. Se hace el registro
del procedimiento y durante el tiempo que tenga la sonda se le vigilará la
limpieza de la boca, la sonda, cambiando el esparadrapo cuando sea necesario,
evitando la presión en nariz y estómago por parte de la sonda…
Cuando haya que retirar la sonda nos lavaremos las
manos, nos colocaremos los guantes, la pinzaremos y, como siempre, explicamos este nuevo
procedimiento al paciente. Le pediremos que realice una inspiración profunda y
una espiración lenta para retirar la sonda de forma suave y continua. No olvidar el registro de los datos de retirada de la sonda para finalizar.
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