- Monterde García G, Navío MD. Traumatismos esofágicos. Divertículos. En: Arias J, Aller MA, Arias JI, Aldamendi I. Enfermería Médico-quirúrgica. Vol 2. Madrid: Editorial Tébar; 2000. p 15-26.
En esta ocasión he elegido este libro porque para el tema que me interesa es el que más clara ofrecía la información, acompañándolo con dibujos y ordenado en apartados.
Me ha parecido oportuno
buscar información acerca de esta patología esofágica, los divertículos, por el
hecho de hacerme una idea más real de lo que son en realidad. Estos son
evaginaciones de la mucosa que sobresalen de la luz del esófago. Se suelen
adquirir en la edad adulta y dependiendo del lugar en el que se encuentren
podemos encontrar:
-
Divertículos
faringoesofágicos: aparecen en la zona de debilidad de la
faringe posterior por una incordinación de los músculos de la zona y una
pérdida de adaptabilidad de estos, determinando una zona de alta presión en el
interior de la faringe. Como síntoma presenta la disfagia acompañada de
gorgoteo durante la deglución y regurgitaciones espontáneas del material no
digerido. Como tratamiento encontramos la esofagomiotomia del músculo
cricofaríngeo que previene el incremento de la presión faríngea en la
deglución. Y, por último, entre las complicaciones postoperatorias encontramos
la formación de fístulas y abscesos locales.
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Divertículos
del cuerpo esofágico: Estos son divertículos por tracción
que se suelen asociar a enfermedades como la tuberculosis que afectan a los
ganglios linfáticos mediastínicos que se adhieren al esófago. También se piensa
que se pueden deber a anomalías motoras del esófago. Son asintomáticos y aunque
no suelen precisar tratamiento si los síntomas son graves se puede recurrir a
una miotomía del cuerpo del esófago.
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Divertículo
epifrénico: se dan en el esófago torácico cerca del
diafragma. Se producen por disfunción motora con hipertrofia de la musculatura
distal del esófago y anomalías en su motilidad. Como síntomas podemos citar la
disfagia, el dolor retroesternal y las regorgitaciones. Además es frecuente
asociarlo con acalasia, hernia de hiato, esofagitis por reflujo… Y como tratamiento se suele realizar lo mismo
que en los divertículos faringoesofágicos.
Hablaré ahora un poco
por encima del proceso de enfermería referido a esta patología. En la valoración hay que tener en cuenta los
antecedentes personales así como la sintomatología por medio de una entrevista
con el paciente sobre la presencia y frecuencia de los mismos (aparte de los
descritos anteriormente tener muy en cuenta los vómitos y regurgitaciones en
ocasiones con contenido hemático y la ronquera, la fiebre o las convulsiones). En
relación a los diagnósticos puedo
decir que estarán relacionados con la alteración de necesidades como la
nutrición, la oxigenación, el alivio del dolor y la seguridad. Y para finalizar
en cuanto a las actuaciones enfermeras puedo citar algunas de ellas como
proceder al alivio del dolor con la administración de fármacos prescritos,
controlar la temperatura y el ambiente, además de los signos de deshidratación,
informar al paciente de los posibles signos de alarma para que pida ayuda en
alguna complicación más tardía…
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