EL CÁNCER DE ESÓFAGO
- Monterde García G, Navío MD. Tumores del esófago. En: Arias J, Aller MA, Arias JI, Aldalmendi I. Enfermería Médico-quirúrgica, Vol 2. 1ª ed. Madrid: Editorial Tébar; 2000. p. 27-34.
He escogido este libro porque es muy
completo y me ha aclarado muchas dudas sobre el cáncer de esófago, es un libro
que está muy bien ordenado y la información es clara, además va acompañado de
imágenes.
En el
esófago podemos encontrar dos tipos de tumores: benignos (quistes y pólipos) y
malignos (adenocarcinoma y carcinoma epidermoide).
Nos vamos a
centrar en los tumores malignos que son la causa necesaria del cáncer de
esófago.
Epidemiología: El cáncer de esófago es una
patología que se distribuye disparmente debido a factores ambientales
influyentes en él (como aditivos alimenticios locales).
Etiología:
Se ha visto
reflejadas varias causas que pueden dar lugar al cáncer esofágico, entre las
que podemos encontrar:
- Factores nutricionales: como alcohol y tabaco, aditivos alimentarios, el déficit de vitaminas C, B, las nitrosaminas.
- Patologías precancerosas: hay mayor incidencia de cáncer en pacientes que tienen tilosis, o acalasia de larga duración, enfermedad por reflujo esofágico, esófago de Barret.
- Oncogenes: diversas anomalías genéticas.
- Agentes infecciosos: como el virus de papiloma humano (HPV).
Anomalía
patológica:
Clásicamente el 95% de los cánceres estaban causados por el carcinoma de
células escamosas, sin embargo, cada vez es más habitual la aparición de
adenocarcinomas, hoy día llega a causar el 40% de los cánceres de esófago.
Carcinoma
epidermoide: Es el
tipo más común. Aparece en un 10 % en la parte cervical, 55% la torácica y 35%
esófago abdominal. Su comportamiento biológico es definido como agresivo con
una infiltración local que lleva a una metástasis linfática y hematógena.
Clínica: Da comienzo con molestias
retroesternales que continúan con disfagia y odinofagia acompañadas con pérdida
de peso. El tumor se puede extender por el árbol bronco-traqueal y llevar a
síntomas como la tos, el ahogamiento o la neumonía.
Diagnóstico:
Se emplean varias
pruebas diagnósticas para su detección, entre
ellas tenemos: radiografía de tórax, TAC torácico y abdominal,
esofagograma, esofagoscopia, PET (buen método para la detección de metástasis),
laparoscopia.
Tratamiento: El tratamiento más
habitual es una extirpación de la parte del esófago afectada junto con los ganglios
linfáticos también afectados, se inserta un segmento de colon para propiciar la
continuidad del tubo digestivo. La esofagectomía trashiatal sin toracotomía es
una de las más utilizadas para tumores en el tercio distal y la zona cardíaca.
Otro tipo de tratamiento es la radioterapia y quimioterapia.
Las técnicas
paliativas son usadas cuando al paciente no se le puede aplicar un tratamiento
quirúrgico, entonces se intentará mejorar su calidad de vida aliviando la
disfagia.
Proceso
de enfermería: la
enfermera debe recoger toda la información posible acerca de síntomas, signos y
hábitos del paciente. Las necesidades habitualmente alteradas son: necesidad de
nutrición, de oxigenación, de alivio del dolor y de autoestima. Entre las
ejecuciones llevadas a cabo tenemos: informar y educar al paciente y familia,
brindarle apoyo psicológico en todo momento, hidratar al paciente, buscar al
paciente alternativas para la comunicación, y muchas más.
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